Exposició Bancaixa VICENT ORTI novembre2017
27/10/2017 -
VALÈNCIA. “La obra tiene que ver con sus circunstancias”. Aunque pueda parecer una obviedad, en el caso del escultor Vicente Ortí
(Torrent, 1947), es imposible hacer un recorrido por su producción sin
tener en cuenta su biografía. Hijo de familia numerosa y clase obrera,
fue con nueve años a causa de una meningitis que le sobrevino una
sordera que marcó su vida, siendo internado en un colegio especial de
sordomudos de Valencia, donde le enseñaron a leer lo labios. Huérfano de
padre, su madre empezó a servir en las religiosas Vedrunas de Vinalesa,
donde acostumbró a ir en verano a ayudar en una carpintería. Fue
entonces donde se dio el punto de inflexión, el match point. Al
ver la destreza con la que trabajaba la madera, el sacerdote Francisco
Monfort le animó a trabajar la escultura, una invitación que cambiaría
su presente y futuro. Vicente Ortí y sus circunstancias.
“Tras
esta persona había una lucha por trascender”. Los explica el escritor y
articulista Martí Domínguez, comisario de la exposición Vicente Ortí. El interprete de la materia,
que se podrá ver en Fundación Bancaja desde hoy y hasta febrero de
2018, una muestra que recorre la trayectoria del escultor valenciano
desde los años 70 hasta la actualidad con especial hincapié en la
producción más reciente, por lo que incluye numerosas piezas inéditas.
Para Domínguez, su sordera devino en una “relación especial” con los
elementos, con los materiales. “Dialoga con ellos”. Sigamos con las
circunstancias. Tras ingresar en la escuela de Artes y Oficios y después
en la Superior de Bellas Artes de San Carlos, Ortí viajó a Madrid para
completar sus estudios, donde se licenció y se preparó para ejercer como
profesor de escultura. Hoy suma premios de la Escuela de Bellas Artes
San Carlos o la Fundación Española de Barcelona y ha expuesto en Nueva
York, Montreal o Miami.
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